Conferencia de Khenpo Ngedon en Cudeca

Evento 11 Mar 2015

Conferencia de Khenpo Ngedon en Cudeca

Esta semana hemos podido asistir en CUDECA a la conferencia de Khenpo Ngedon., esta conferencia ha sido posible gracias a los amigos de la asociación malagueña “AMISTAD EN ARMONÍA”. Esta asociación es una entidad altruista,presidida por el Lama tibetano Khenpo Ngedon, con el fin de innovar, colaborar y participar en proyectos y actividades que capaciten y eduquen a las personas para vivir pacífica coherente, amorosa y armónicamente con su entorno humano, natural y cultural.

Khenpo Ngedon nació en el Tíbet hace 45 años y es “Doctor en Filosofía Budista” por el Instituto Budista de Estudios Avanzados de Nalanda, en Rumtek, situado en el principal monasterio del anterior Gyalwa Karmapa XVI. Desde 1999 comenzó su permanente relación con Occidente, a través de cursos sobre el más profundo conocimiento de la filosofía budista impartidos en los principales centros dedicados a su preservación. Afincado a Málaga, transmite sus conocimientos por todo el mundo: Asia, América Latina y especialmente en Europa, donde ha enseñado en lugares de largos retiros y en importantes centros de Dharma, lo que lo convierte en un gran conocedor de las diferentes tradiciones de Occidente. Al mismo tiempo enseña en el High Buddhist Institute Shedra (Universidad), en Nepal, compartiendo de esta manera el conocimiento de miles de años del Himalaya con nuestra moderna sociedad, con el único objetivo de hacer el bien en todas partes y en todo momento.

Tras su eterna sonrisa tiene como principal objetivo hacer llegar a todos los públicos, a través de un lenguaje simple y efectivo, enseñanzas que aunque son muy complejas tienen la virtud de ayudarnos directamente a mejorar nuestras vidas. Precisamente por eso, dado su profundo conocimiento y experiencia en la meditación, el centro de sus actuales enseñanzas es la transmisión de la práctica meditativa.

Nos habló de 5 elementos fundamentales para encontrar la armonía en nosotros mismo y de nosotros con los demás, a lo que llamó “surgimiento interdependiente”, y dichos elementos son:
 
1. Pensamiento positivo: todos somos capaces de desarrollar el pensamiento positivo si lo queremos y nos lo proponemos. Ver la parte positiva de cada situación, enfocarse en lo bueno de las cosas o intentarlo es toda una filosofía de vida que nos ayudará a ser cada día mejor persona y a sentirnos a gusto con nosotros mismos, y por tanto, con la vida. Empezar el día siendo conscientes de todo lo que tenemos y dar las gracias por todo ello, te hará sentir una gran alegría, te concentrará en lo bueno de la vida y de darás cuenta de lo afortunado que eres.
 
2. Aceptación: no como sinónimo de resignarse, sino como expresión de nuestra valentía para aceptar los hechos.Aceptar es reconocer que hay cosas sobre las que no tenemos control. Pero es también dejar de luchar para recuperar la paz.
 
3. Paciencia: como virtud o fortaleza para aceptar y resolver con serenidad lo que la vida nos traiga.

4. Amor y Compasión: la compasión budista nace del sentido de igualdad y de interconexión. Por tanto el amor compasivo genuino consiste en el fortalecimiento del prójimo como ser humano y ayudarlo a desarrollar fuerza y coraje para superar los problemas.
 
5. Respiración: La conciencia de la respiración es la fuente de la felicidad y la alegría. Pero por más que todos llevemos, en lo más profundo, la semilla de la plena conciencia, nos hemos olvidado de regarla. Si aprendemos a tomar refugio en nuestra respiración, volveremos a regalarla y a asistir, para nuestro disfrute a su crecimiento. La respiración es la herramienta que nos permite unir el cuerpo y la mente. Y cuando tu cuerpo y tu mente se unifican, vuelves a estar de nuevo en el presente. Es muy importante volver a tu hogar en el presente para conectar con todas las dimensiones curativas, refrescantes y nutrientes de la vida que te rodea y está en tu interior. Permaneces en contacto con tu respiración y con tu cuerpo. Tu cuerpo es una maravilla. Tus ojos son extraordinarios. Basta con abrirlos para conectar con todo un paraíso de formas y colores. También tu oído es extraordinario. Gracias a él puedes escuchar todo tipo de sonidos, desde la música hasta el canto de los pájaros y el rumor que el viento arranca a la copa de los árboles. Cuando prestas atención a la respiración, vuelves a vivir el momento presente, en el aquí y el ahora que te conecta con la vida. Respirar así es un placer, un recordatorio de la vida misma.Te liberas de las preocupaciones y de los miedos, asistiendo a un verdadero proceso de Sanación.

Por todo ello, dicen los budistas que la práctica meditativa es una forma de volver a casa, de prestarnos atención y de cuidar de nosotros mismos.
 
Inspirando, he llegado
Espirando, me siento en casa


Elisa Romero. Enfermera de Fundación CUDECA